Lamentable Situación Nacional (Por Fernán Tamayo)
Es lamentable y vergonzoso tener que reconocerlo, pero en un país como Colombia donde las políticas económicas e incluso los T.L.C. vigentes, y su nefasta influencia sobre el agro colombiano, son tan favorables al sector privado y a los inversionistas extranjeros, nada anda en verdad bien, es sin duda necesaria una fuerza ideológica que piense y defienda “lo público”, para acceso y desarrollo de los miembros de los sectores populares y menos favorecidos, y es cierto, existen unos cuantos que piensan y critican al país desde otra perspectiva, pero no deja de ser algo dudoso, puesto que esos pocos que piensan el país no son miembros de los sectores populares, es curioso que también sean parte de la élite socio-económica y sus “discursos parlamentarios” que son buenos y sus denuncias no sean algo definitivo y tajante como para dar inicio a una verdadera ola de cambio en el país.
Y es que el quehacer político en Colombia siempre ha sido un círculo muy cerrado, “con mucho talento para manejar a su antojo el presupuesto público”, de los diversos sectores de la nación, dejando así en la exclusión y la marginación a amplios sectores populares.
Y así ha sido siempre, desde la opresión de los españoles durante la época de la colonia, pasando por la masacre de las bananeras, hasta el surgimiento de las FARC, el ELN y otros grupos armados de Colombia, que surgieron precisamente por sentirse violentamente excluidos de la lógica del funcionamiento del país, país que ha matado a todos aquellos que han osado intentar penetrar ese círculo tan cerrado, como los de la Unión Patriótica y el mismo Carlos Pizarro del M19.
Años de romanticismo ideológico que no volverán, ahora el gobierno trata con una guerrilla más realista que no ha buscado más que el beneficio de sus líderes desde hechos de delincuencia que pretenden llamar acciones de guerra, hasta reclutamiento y abuso de menores de edad.
¿Se desmovilizan las FARC, entregan sus armas? Lo cierto es que aunque se desmovilicen todas las guerrillas y grupos armados de Colombia, la delincuencia no acabará, no existirá la paz mientras exista injusticia social y gran desigualdad socioeconómica entre los miembros de una sociedad.
Hay un dicho callejero que dice: “el hambre genera violencia”, pero lo cierto es que no es sólo violencia lo que genera, genera en realidad todo tipo de miseria y enfermedad, desde enfermedad física hasta mental por estrés y angustia; drogadicción y todas sus consecuencias caóticas como la delincuencia, las agresiones personales, hasta la violencia intrafamiliar. ¿Paz en Colombia?
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