La Verdad Duele, pero es la Verdad...

Aún se preguntan los chicos en la escuela en un brote repentino de criticidad y hastío:¿Y para qué nos va a servir esto en la vida? Y es que no es fácil comprender por ejemplo, de qué le sirve a un abogado saber equilibrar ecuaciones químicas o saber de memoria el nombre de todos los huesos del cuerpo humano, parece que le tocó sufrir la escuela para luego poder dedicarse a lo que en verdad le gusta; tanto así, como el ingeniero que le tocó leer y analizar el orden y la estructura de la Odisea y la Iliada, en lenguaje en grado once y las características líricas de la narrativa clásica, ¿De qué le habrá servido en su cotidianidad cuando terminó el colegio e ingresó a la facultad de ingeniería? Sin duda son aspectos a tener en cuenta al preguntarse qué tan efectiva, acertada y eficaz es la educación en nuestras escuelas. Cabe incluso considerar la utilidad por ejemplo, de saber las fases de la reproducción celular y las diferencias entre las células eucariotas y procariotas a un contador que ahora es gerente de una sucursal de un banco, ¿Le habrá servido de algo eso desde que terminó el colegio e ingresó a estudiar contaduría en la universidad? ¿Acaso no está ya toda la información de sobra disponible en Internet tanto para lectura como para medio audiovisual? ¿Cuál debe ser entonces el papel de la escuela? En primer lugar: enseñar a pensar (analizar e interpretar). En segundo lugar: enseñar a comunicar (leer bien, hablar bien, escribir bien). En tercer lugar: enseñar a convivir (lo necesario para la vida en sociedad). Pero qué lamentable el estado de nuestro sistema educativo, empezando por las pruebas estandarizadas, que por mucho que lo nieguen siguen evaluando en gran medida contenidos. O ¿Qué otra cosa se puede evaluar en ciencias naturales (química y física) o en matemáticas que no esté estrictamente ligado a temáticas específicas? Así pues, es claro que en estas asignaturas los contenidos deberían ser direccionados hacia una orientación vocacional, pero lo más triste es la manera en que se suele censurar a los innovadores en educación, es complejo adentrarse a demostrar tales consideraciones a los ineptos que insisten en seguir estigmatizando y marginando sutilmente a los diversos sectores sociales para perpetuar el desigual e injusto orden de las cosas, pero bueno, “caben todas las consideraciones”.

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