"Cada quien defiende sus intereses"...

Es fácil entender cómo un empresario rico, sus amigos y familiares, sean defensores panfletarios y propagandistas de políticos de ultraderecha, ya que tales personajes siempre les han favorecido y les favorecerán con contrataciones públicas y demás negociaciones con sus empresas y sus muchos negocios personales que les hacen cada vez más millonarios y les afianzan en esa misma “rosca” de la que es lógico que no quieran salir jamás.

 Lo más cierto también, es que tales roscas mayoritariamente “tienen ya en sus bolsillos” a la mayoría de los políticos realmente importantes que bien pudieran atentar contra sus intereses de manera contundente y real, así pues, lo más cierto es que como bien dice la canción: “la suerte está echada”, la administración pública seguirá siendo de los mismos y el resto “jodido”, las mayorías sin más oportunidad que su salario si es que lo tienen o de su actividad económica por informal que pueda ser. 

Resulta sin embargo curioso, ver a tantos pobres venidos de menos, hijos de las mayorías marginadas, argumentando y justificando el quehacer político- administrativo financiero de los mismos políticos corruptos de siempre cuya gestión siempre ha marginado y excluido claramente al sector socioeconómico del que proceden, pero esa es la lógica del mundo.

 “Hay que estudiar, trabajar, salir adelante”, pero los que realmente lo logran, viniendo de sectores realmente marginados, lo único que hacen siempre es luchar egoístamente por sus propios intereses, nadie es digno de confianza, esa es la lógica socioeconómica con la que se mueve el mundo de hoy. -¿Acaso debemos dedicarnos todos a la política y a la promoción del desarrollo social de nuestras comunidades?- Sin duda una pregunta digna de una real discusión sobre lo que nos incumbe a todos como ciudadanos, pero bien claro es, que en una sociedad tan corrupta y peligrosa muchos ya no quieren saber nada de política y muchos de los que se muestran más interesados, lo que buscan es “su propia tajada del pastel”. Siendo así pues, las lamentables y reales condiciones de esta triste sociedad (suciedad), lo cierto es que estaremos presenciando por mucho tiempo “el lamentable teatro de marionetas panfletarias y propagandistas” que viniendo de los estratos bajos se venden “como putas al mejor postor”.





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