¿Amor?

Cuando se es muy joven se es muy vulnerable, definitivamente la ignorancia y la inexperiencia pueden llevar al individuo a perder el control de “las riendas de su propia vida”, para caer probablemente en manos de personas malintencionadas, los guías menos indicados. ¿Crees en Eros, Cupido? ¿crees en el amor como una fuerza irrefrenable e indomable que arrastra a las personas a cometer todo tipo de locuras e insensateces? Pues vamos a considerarlo desde la perspectiva más objetiva posible. Cuando el individuo entre en la etapa de la adolescencia es como si se enfrentara a un toro salvaje, es decir, el adolescente debe ser buen torero si no quiere salir mal librado de su encuentro con el toro de la adolescencia, pero ¿por qué podemos ver a la adolescencia como un toro? Porque la adolescencia normalmente es una etapa turbulenta por cuanto hay unos cambios hormonales que influyen directamente sobre la conducta, tales cambios por ejemplo, producen cambios físicos ya que poco a poco en individuo va creciendo y desarrollándose; su comportamiento también puede transformarse un poco por cuanto en muchos aspectos el adolescente ya no es un niño, es un ser humano que se aproxima a la edad adulta y por eso va adoptando ya poco a poco la forma física y el comportamiento de un adulto. El incremento de la producción endocrina del individuo hace que este experimente nuevos sentimientos y el despertar de su apetito sexual ya más manifiesto. Es la etapa de los primeros amores y del enamoramiento intenso que muchas veces puede hacer sufrir a muchos y provocarles severas depresiones que dependen por supuesto en parte de la educación y la cultura que constituye la mentalidad del individuo. Por ejemplo, por muy divertido e individualista que pueda parecer un contexto cultural y sus perfiles idealizados, en nuestra cultura desde hace siglos el amor ha sido idealizado y personificado hasta el punto de constituir un elemento importante en la vida de todo individuo, tanto, que todo individuo por lo menos una vez en la vida se ha sentido profundamente enamorado y de alguna u otra manera se ha sometido y ha idealizado a una persona amada. Pero ¿qué es estar enamorado? Pues para la mayoría de las personas que han idealizado y de alguna u otra manera han seguido la tradición que le ha identificado con un dios grecorromano (Eros-Cupido), el amor es como una especie de fuerza o poder externo que no todos tienen la fortuna de experimentar con certeza, puesto que no suelen todos ser debidamente correspondidos, son pocos en realidad quienes han vivido el “amor real” desde esta perspectiva; el amor verdadero es más bien esquivo y se muestra como toda una bendición. Así pues, entre otras cosas el amor es una excelente relación de enamorados que se respetan, aman y valoran de tal manera, que ninguno se aprovecha indebidamente del otro de forma egoísta y a veces para mal verdadero de uno de los dos. Sin embargo, es importante aclarar que el amor verdadero no es el caer rendido ante otra persona y someterse a sus gustos, caprichos y abusos, pues una persona que prefiere que se aprovechen indebidamente de ella antes de acabar con la relación es una persona psicoafectivamente dependiente y con baja autoestima, que de alguna u otra manera cree tener en la pareja abusiva, caprichosa y dominante, a alguien que le quiere y le valora como nadie más; de ahí que prefieran todo antes que acabar con la relación. ¿Masoquismo? Pues el masoquismo ciertamente es una conducta enfermiza en cuanto a llevar una relación de pareja, pero no hay que llegar a tales extremos para llegar a vivir una relación dependiente. Pero ¿Qué es entonces el amor? Pues al parecer no es más que un sentimiento que supone cierto apego a ciertas personas por gusto, aunque también porque se saca, o se sacará cierto gusto o provecho; parece al fin y al cabo que el enamorado busca llenar un espacio afectivo que suponga bienestar a su vida, espacios afectivos que ya no pueden ser plenamente llenados por mamá o papá y que están grandemente influenciados por la tradición cultural. Pero ¿qué tiene que ver esto con la adolescencia? Pues que los adolescentes pueden enfrentarse en cualquier momento al sentimiento del enamoramiento y son siempre vulnerables a sufrir por su primer amor y entregarse indebidamente y sin medida a las personas menos indicadas que pueden aprovecharse de ellos y ellas, hasta el grado de sumirles en graves depresiones y crisis existenciales, además es frecuente que con esto suelan venir los problemas de alcohol y drogas. Lamentablemente la tradición cultural mediática impulsa a los despechados al licor y al libertinaje y en especial a los jovencitos, que al principio no ven grandes problemas en el alcohol, pues es una droga socialmente aceptada, de ahí que hasta los familiares le toleran, sin embargo, el alcohol suele ser el ingreso a un abismo de perdición del que no todos salen bien librados. Ahora bien, ¿Amor? ¿existe el amor? Sin duda alguna una emoción de cuidado que desde la primera juventud golpea al ser humano llevándole a asumir tales o cuales comportamientos; una emoción que requiere de respeto y estima por el otro además de la debida autoestima que le permita al sujeto no perderse ni dejarse abusar de los demás. ¿Y qué hay de Cupido? Pues su único problema es que no existe, no es más que una idealización cultural, pues el amor no es más que una sublimación de necesidades tan corrientes a todo ser humano como la necesidad de aceptación, estima y valoración, y por supuesto, la necesidad del complemento afectivo conyugal, indispensable a todo ser humano normal.

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