"Animal Religioso" (Por Fernán Tamayo)
El fenómeno religioso es propio del hombre y de su creación cultural, pues el hombre como animal, es la única especie con una imaginación desarrollada capaz de producir mitos, construir leyendas y artificios como el arte, la política y las leyes como producto de la evolución cognitiva. No se puede desconocer sin embargo, que como producción cultural ha contribuido al desarrollo humano y a la configuración de la sociedad y ha sido además cimiento de los inicios de la ley y la idea de bien y de mal que lamentablemente ha sido y es tan manipulada por el ser humano. La idea de Dios, por otro lado, es producto de la reflexión humana en lo que respecta al por qué de la existencia y sus misterios aún sin resolver, si existe un Dios o no, es algo que no se puede afirmar ni negar de ninguna manera, aunque las diversas caricaturas del Dios antropomorfo de las religiones no responden en manera alguna más que a afanes de manipulación de las conciencias de los seres humanos, de las grandes masas, lo que aún supone un muy evidente beneficio, lucro y poder a todas las instituciones religiosas del mundo que se han burocratizado absurdamente hasta llegar a ser una real burla ante la figura de los Dioses que han pretendido representar. Un muy sucio negocio donde lo que alimenta la desgracia de su existir es la esperanza de las personas de bien ante las promesas de un más allá favorable. Por eso, el fenómeno religioso, como algo estrictamente humano, producto de un aparato psíquico particular seguirá siendo en gran medida el alimento de millones de hombres hipócritas y deshonestos que anhelan el título de pastor o sacerdote para esconder sus oscuras intenciones y deseos de lucro y veneración por parte del público ingenuo y necesitado.
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