Colombia es un país difícil de entender, ante tanta injusticia, tanta desigualdad socioeconómica y tanta corrupción político-administrativa tanto en el sector público como en el privado, el pueblo colombiano, sigue callado, tranquilo, aguantando hambre, desempleo, inflación, violencia producto de la desigualdad, la falta de oportunidades y las malas políticas económicas y sociales.
En un país donde la riqueza abunda y hay recursos más que suficientes para toda la población, aún los niños mueren de hambre; tanta propaganda política ante la situación de Venezuela y hasta donde logramos ver en ese país aún no se rumora ni se manifiesta que los niños mueran por hambre.
¿Qué pasa con el pueblo colombiano que está tan conforme? Tan conforme con sus carnavales, festivales, reinados, farándula, fútbol y redes sociales. Tan conforme con sus noticieros que manipulan la información con fines políticos. Tan conforme con sus delitos atroces que parecen lamentablemente perderse de manera paulatina en el mar de la cotidianidad insensibilizando sutilmente al espectador pasivo.
Existen sin duda países más capitalistas que Colombia, donde la clase política y las élites respetan un poco más a los ciudadanos, hay mayores oportunidades de empleo, los salarios son dignos y suficientes en acuerdo con la economía real de sus contextos, la seguridad social por parte del estado acoge a todos los ciudadanos sin excepción, la educación pública es de calidad y los docentes son dignamente remunerados, el nivel de vida es digno y no hay indigencia ni mendicidad a menos que sea por obstinación y vicio de los individuos.
¿Será que los políticos de esos países son enteramente honestos, inmaculados ajenos a la corrupción? O será más bien que a pesar de ser corruptos piensan más en el pueblo y respetan más su dignidad como patrimonio nacional? ¿o será que temen que el pueblo se arrebate?
Parece que en Colombia la mentalidad del terror impera plenamente aún, pues a todo político o analista que diga y haga las cosas bien por el bienestar de las mayorías, respetando la dignidad de los ciudadanos como patrimonio del estado; lo matan, lo amenazan o lo “encochinan” como a un corrupto con tal de limitar su gestión. Parece que es por eso que a la gente honesta e inteligente le da miedo hacer política en Colombia, no es fácil enfrentarse a una mafia tan podrida y peligrosa. Esa mafia es la que se está llevando el país a la mierda, dirigen la política, la educación, las agremiaciones sociales, están en todo, hasta en la mierda.
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