¿Qué está pasando en la Política Latinoamericana?
Para entender lo que está pasando
en la política latinoamericana es
necesario no perder de vista su
historia, y es que en su mayoría, los
líderes criollos en el siglo XIX
recibieron de la corona española un
sistema sociopolítico y económico
corrupto, no productivo plenamente
sino más bien extractivo y
explotador, lo que marcó su
desarrollo especialmente desde la
alianza estatal con la iglesia católica
que ayudó a consolidar el modelo
monárquico de administración
pública.
Hay que reconocer que
Latinoamérica no fue como los
Estados Unidos o como Canadá,
donde fueron los mismos colonos
que además de abatir y marginar a
los nativos y a los esclavos
africanos, implementaron un
sistema productivo que valoraba el
progreso personal por el trabajo y la
administración particular, lo que les
llevó a convertirse rápidamente en
una sociedad con acelerado
desarrollo que llegaría pronto a
superar a las mismas monarquías
europeas en su totalidad.
En Latinoamérica, siguió
predominando el saqueo, la
explotación y el desprecio por los
nativos y los esclavos africanos que
constituirían las mayorías, la mano
de obra barata para su corrupta
administración pública.
El mismo Simón Bolívar lo vio venir,
el imperio norteamericano con
intenciones expansionistas miraba
con interés hacia Latinoamérica
como una enorme bodega llena de
recursos, como un enorme patio
trasero pleno de riquezas que bien
podrían explotar los benditos
gringos.
Por otro lado, la Unión Soviética
representó siempre una real
amenaza ante el imperialismo
político-económico y comercial del
imperio gringo, más aún cuando los
soviéticos apoyaron a Cuba y desde
allí se publicitaron como la
alternativa posible ante el
capitalismo gringo explotador y
saqueador para con sus socios o
más bien súbditos comerciales.
Desde allí, el pensamiento marxista
se convirtió en la moda de los
intelectuales y académicos, hasta
permear firmemente en las
universidades y los sindicatos
latinoamericanos.
Lo cierto sin embargo, es que los
reales líderes de la política
económica latinoamericana siempre
habían sido los gringos, por ello se
dieron las tensiones de la guerra
fría y el tan terrible plan cóndor, que
respaldó todas las dictaduras
latinoamericanas buscando siempre
aplicar la doctrina económica del
plan cóndor, las doctrinas de Milton
Friedman, que resultaron ser un
real fracaso.
Esta corriente de pensamiento
marxista, llamada “izquierda”,
siempre ha luchado por gobernar y
asumir en verdad la administración
pública en Latinoamérica, lo que
constituiría cierta independencia y
soberanía político-económica y
comercial ante los gringos, cosa
que los gringos nunca verán con
buenos ojos.
Ante eso, los gringos siempre han
respondido con sanciones como el
bloqueo comercial, llamado también
bloqueo económico, con el que
prohíben a las demás naciones
aliadas comerciar con los países
bloquedos imponiéndoles
millonarias multas a los que se
atrevan, empobreciendo así, a su
población en general y generando
pobreza y caos social.
Con esto queda claro, que todos los
países que se enfrenten a los
gringos pretendiendo ejercer su
soberanía realmente como nunca lo
han hecho, serán sancionados y en
el peor de los casos lesionados en
su economía como Cuba y
venezuela, a lo que también se
aproxima ahora Salvador con Nayib
Bukele.
Así es como por un lado, los
benditos gringos tienen jodida a
Cuba y a Venezuela, y por otro, los
mismos gobernantes cubanos y
venezolanos tienen sufriendo a sus
pueblos por su radicalismo fanático
y terco y su apego al poder en el
que quieren eternizarse.
Pero sigue la contienda, ninguno de
los dos bandos se da por vencido,
la izquierda se asienta con sus
propuestas ya en Perú, Argentina,
Chile, Colombia, Salvador y
Nicaragua, la sombra del
pensamiento marxista o por lo
menos socialdemocrático se niega
a extinguirse, los gringos por su
parte, siguen respaldando al
empresariado, a los partidos de
derecha y a las fuerzas armadas de
sus estados súbditos, añorando con
nostalgia sus efectivos años de
éxito paramilitar con el plan cóndor,
sobre los desangrados pueblos
latinoamericanos.
¿Será que debemos aceptar
nuestro tradicional lugar en la
cadena alimenticia de la política
económica mundial?
¿Dios estás ahí? Apiádate de
nosostros.
Comentarios
Publicar un comentario