El Recurso de la Violencia desde una perspectiva socio-biológica… (Por Fernán Tamayo)
Lo primero a tener en cuenta en este humilde comentario, es que no quiero ser determinista
en cuanto a la dimensión biológica de la humanidad se refiere, ya en previos comentarios
publicados hace algunos años en este blog y en mi más reciente libro “Reflexiones
Antropológicas”, se toca el tema con mayor detenimiento y claridad.
Sin embargo, luego de
tomarme el tiempo de leer una vez más a Noam Chosmky en su libro “Quién Domina el
Mundo”; a William Ospina en sus Libros “La Franja Amarilla” y “Pa que se acabe la Vaina” y
por último a Eduardo Galeano en su libro: “Las Venas Abiertas de América Latina”, logro
notar que se hace demasiado evidente lo siguiente:
1) El mundo está dominado sin duda
por el poder, pero ¿de qué poder estamos hablando? pues del poder de la violencia. Sin
duda alguna, los países, los pueblos o los grupos humanos que a lo largo de la historia han
logrado consolidar más su poder militar, son los países líderes del mundo. Una vez que
Estados Unidos ganó la segunda guerra mundial con la Bomba atómica, arma que más
nadie poseía por aquel entonces, se puso a la cabeza de la dirección político-económica y
sociocultural del mundo entero, no logró imponerse a la Unión Soviética, ni hoy a lo que es
Rusia, China y sus aliados, porque sabe que son pueblos militarmente muy fuertes y que un
evento bélico con los mismos sería el fin de su prosperidad y su riqueza. Es por ello que
aún siguen siendo vigentes las dos grandes superpotencias que controlan al mundo. Tanto
Estados Unidos tiene sus súbditos, como los tiene también Rusia y China. Todo se maneja
sin duda desde el poder financiero, pero estando por supuesto afianzados sobre el poder
militar, para poder imponer sanciones económicas y políticas económicas a quién se les
antoje de acuerdo a sus propios intereses. Por eso el resto de países no prospera ni
prosperará jamás, nunca serán naciones soberanas y autónomas desde la perspectiva
político-económica ni sociocultural, pues las naciones que ya lo han intentado han tenido
que sufrir invasiones violentas y guerras, sanciones económicas internacionales y todo tipo
de represiones y manipulación mediática hasta destruir la iniciativa soberana de sus
gobiernos.
2) Aún hoy en día, nos encontramos viviendo una época de colonialismo que
más que la doctrina económica y la política diplomática, se sustenta en realidad sobre el
poder militar y el recurso de la violencia. Seguimos siendo la misma especie violenta en
lucha por los recursos del ecosistema planetario. ¿Qué podemos hacer desde nuestros
pueblos latinoamericanos? Pues parece que nada, parece que debiéramos aceptar nuestro
real lugar en la “cadena alimenticia” de la política económica mundial, pues todo brote de
lucha por la soberanía de nuestros pueblos seguirá siendo atacado con descarada hipocresía
por las superpotencias y por las élites criollas de “lambones súbditos arrodillados” que
seguirán oprimiendo a sus pueblos para su egoísta beneficio y para beneficio de las
superpotencias...
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