¿Sirve el Alimento Cultural? (Tomado del libro "Lluvia en el Cementerio")(Audio)
La humanidad, sin duda la única especie dotada por la
naturaleza para una comprensión y afición desordenada a la
imaginación y sus falaces producciones; sin duda, la única
especie que no vive sólo de pan, sino del sinnúmero de
estímulos agudizados por la suprema fuerza de su
imaginación desmedida.
“No sólo de pan vive el hombre”, dijo Cristo según el
evangelio, parece haber sabido de la importancia de la
dimensión “psíquico-espiritual” del ser humano cotidiano.
¿Acaso consuelo falaz a una existencia cruda? ¿acaso trampa
sutil al desaforado instinto animal que alberga el hombre?
Pero sí, lo cierto es que “no sólo de pan vive el hombre”,
sino de todo alimento cultural que le subyuga cual esclavo
resignado, mostrándole infinidad de sentidos, fines y
objetivos a una existencia consciente que sufre por los
innúmeros interrogantes de su ser en el cosmos…
Así, todo alimento cultural ofrece al hombre consuelos
ciertos que van desde las artes y las ciencias, hasta las más
penosas exposiciones de la humana naturaleza en sus más
básicos y elementales niveles como mero espectáculo de
entretenimiento y consumo…
Así, claro es que no todo alimento cultural conviene al ser
del hombre, mas sí es necesario dicho alimento por ser el
sustento de tan particular dimensión de la esencia humana; el
espíritu puro, manifiesto en lo sublime de su ser, el ser que
aspira desde su espíritu a lo superior, a lo que no se abaja a
la animal y básica naturaleza del homínido desarrollado, cual
criatura predilecta de un supremo hacedor…
¿Y cuál es el alimento que más conviene a nuestra real
naturaleza?
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