¿Vale Mierda la legitimidad del Estado Colombiano? (Por Fernán Tamayo)
Lo primero que debemos saber para responder a una pregunta tan directa, es ¿qué es el Estado y en qué se diferencia del Gobierno?
Pues bien, lo cierto es que el Estado es la sociedad organizada con sus instituciones legítimas y reconocidas por las mayorías como garantía de la Soberanía del Pueblo en un país que se llame democrático. El Gobierno, por otro lado, es la representación legítima del Pueblo en la administración pública del Estado, pues se supone que fue el Pueblo el que eligió al Gobierno en el ejercicio de su soberanía dentro de un sistema político democrático y a través del voto popular.
Pero ¿qué pasa con las Instituciones del estado colombiano?
En primer lugar, es claro que las Fuerzas Armadas de Colombia no cumplieron nunca con su deber legítimo, uno de los ejemplos más claros fue la masacre de las bananeras, luego, el mismo gobierno con su mala administración marginó a los pobres y hasta consintió siempre la discriminación social además de la racial, lo que provocó la aparición de guerrillas. Las guerrillas hicieron mucho daño, se salieron de control y se desviaron de sus objetivos iniciales, causando un gran daño a la nación en general; lo que provocó que los ricos, las élites, la clase dirigente de Colombia y los “nuevos ricos” de Colombia (los narcos), financiaran ejércitos privados para su “autodefensa”, la cual consideraron legítima, por cuanto sólo buscaban inicialmente procurarse la seguridad que el Estado Colombiano no había logrado brindarles legítimamente con sus fuerzas armadas. Tales autodefensas también se salieron de control con los abundantes recursos del narcotráfico y todo vino a ser peor que antes, aunque lo cierto es que en Colombia las cosas nunca han estado bien.
Así pues, el papel de desempeñaría el “Uribismo” en Colombia sería sorprendentemente terrorífico, lleno de masacres y falsos positivos a parte del cotidiano funcionamiento asesino de las autodefensas. Todo ello, para que luego del escándalo de la desmovilización de las autodefensas quedaran las llamadas “Bacrim” las cuales aún funcionan de la manera más activa y más cierta, tanto así, que aún existen como siempre en Colombia poblaciones a donde la fuerza pública no llega, poblaciones donde impera el terror por las guerrillas, las bandas criminales, las casas de pique, donde todavía se encargan de descuartizar personas, la tortura y la barbarie que evidencia la ineficacia de un Estado fracasado y corrupto como en los mejores casos de los más controvertidos y violentos países africanos desde los años ochenta y noventa; sólo que aquí en Colombia la propaganda y el turismo además de la corrupción se imponen y ocultan como pueden la triste verdad de una sociedad podrida, un Estado y un sistema corrupto y dirigido por ineptos que sólo buscan prolongar para beneficio de sus sectores este estado natural de las cosas y este pobre país, que aunque es el segundo país más rico del mundo en recursos naturales, es en verdad pobre por la corrupción y la infamia. Vivimos pues, en un país de nadie, donde todos viven contra todos, desde la discriminación socioeconómica y racial hasta la competencia individual a la que como cultura nos acostumbramos en el día a día.
Existen incluso barrios, de ciudades como Medellín, Bogotá, Cali o Cartagena, donde es difícil que la fuerza pública haga eficaz presencia. ¿Hacia dónde va esto? Ante las urgencias, la policía por lo general se tarda mucho en llegar a un llamado. ¿Acaso tienen miedo? ¿Será que su salario y sus condiciones laborales justifican que arriesguen su vida sin medida? ¿Será en verdad válido eso de que tenemos legítimo derecho a nuestra defensa personal? ¿No será más bien que si herimos a alguien o le hacemos daño nos metemos en líos con un sistema judicial ineficaz?
Todo parece como una máscara, un simulacro de sociedad, donde lo que se pretende legitimar son las élites socioeconómicas ante el contexto y el “qué diran” internacional.
¿Hacia dónde irá a parar esta locura? ¿Se prolongará por siempre como lo ha venido haciendo desde la Conquista y la Colonia española? Lamentable.
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